martes, 26 de mayo de 2009

Serranaza

Iba yo por los montes gallegos en el puerto de Los Ancares, caminando a duras penas, cuando me encontré una posada.En esa posada me dejaron una habitación la mujer que me la ofreció me dijo que me llevarían allí la cena. Así fue a la media hora mas o menos me trajeron la cena, la mujer que me la trajo era una mujer hermosa. Era una campesina preciosa, me quedé asombrado ante ella me pregunte si estaba prometida o casada, pero intuí que no porque no llevaba ningún anillo. Le dije descaradamente lo que sentía y ella me espetó una bofetada en toda la cara. A la mañana siguiente al levantarme decidí ir a disculparme por haberla asustado con mi lenguaje,pero me dijeron que estaba en su casa. Después de llevar caminando una media hora avisté la casa que me habían dicho, sin duda era la suya. Peté en la puerta, me abrió aquella muchacha que me había mandado una bofetada, me dejó pasar, entonces me disculpé formalmente. Ella aceptó las disculpas y me invitó a ir a la posada con ella, ya que tenía que ir a trabajar. Cuando íbamos paseando hasta la posada, después de estar ablando un rato me besó. No hicieron falta palabras durante el resto del trayecto. Cuando llegamos a la posada increíblemente ya era de noche(debido a las paradas que habíamos hecho en el camino)y me invitó a tener una velada, en la cual descubrí que podría ser una mujer de campo pero para mí fue como la más bella princesa. Al día siguiente hablamos de mi dinero y todo el poder que yo tenía y las vacas que poseía ella.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Relato del cuento

Tenía ese extraño pensamiento de que algo malo pasaba desde que me había levantado por la mañana, sin embargo lo había encontrado todo en orden, era algo muy extraño.

Al salir de la escuela fui corriendo a casa, presentía que algo muy malo acababa de ocurrir, pedalee en mi bicicleta todo lo que mis piernas me lo permitieron.

Al llegar, me extrañó que el perro no saliera a saludarme, encontré la puerta entreabierta y fui corriendo hacia mi padre. Estaba en trance, muerto en realidad, pero no tenía ninguna herida ni nada que le pudiera haber causado la muerte.

Acudí al piso de arriba a buscar a mi madre, pero allí me encontré con una extraña persona, que no era mi madre, me tiró escaleras abajo, intenté salir corriendo pero su mirada gélida me paralizaba. De repente alguien me empujó y entonces aparte la mirada, mi salvador era un chico rubio que iba acompañado de otro de pelo moreno.

El chico rubio sacó su espada y empezó a combatir con el que me había empujado, mientras tanto el otro chico que había aparecido con él se acercaba a mi. Le dijo algo que yo no entendí y vino hacia nosotros, el moreno pronunció unas palabras como si fuera un conjuro y sin explicación alguna desaparecimos de allí.