miércoles, 20 de mayo de 2009

Relato del cuento

Tenía ese extraño pensamiento de que algo malo pasaba desde que me había levantado por la mañana, sin embargo lo había encontrado todo en orden, era algo muy extraño.

Al salir de la escuela fui corriendo a casa, presentía que algo muy malo acababa de ocurrir, pedalee en mi bicicleta todo lo que mis piernas me lo permitieron.

Al llegar, me extrañó que el perro no saliera a saludarme, encontré la puerta entreabierta y fui corriendo hacia mi padre. Estaba en trance, muerto en realidad, pero no tenía ninguna herida ni nada que le pudiera haber causado la muerte.

Acudí al piso de arriba a buscar a mi madre, pero allí me encontré con una extraña persona, que no era mi madre, me tiró escaleras abajo, intenté salir corriendo pero su mirada gélida me paralizaba. De repente alguien me empujó y entonces aparte la mirada, mi salvador era un chico rubio que iba acompañado de otro de pelo moreno.

El chico rubio sacó su espada y empezó a combatir con el que me había empujado, mientras tanto el otro chico que había aparecido con él se acercaba a mi. Le dijo algo que yo no entendí y vino hacia nosotros, el moreno pronunció unas palabras como si fuera un conjuro y sin explicación alguna desaparecimos de allí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífica elección Patricio Estreya, el mejor libro que he tenido el honor de leer, sin duda alguna.

Un saludo desde las profundidades del infierno...

Isabella Marie Swan.