martes, 26 de mayo de 2009

Serranaza

Iba yo por los montes gallegos en el puerto de Los Ancares, caminando a duras penas, cuando me encontré una posada.En esa posada me dejaron una habitación la mujer que me la ofreció me dijo que me llevarían allí la cena. Así fue a la media hora mas o menos me trajeron la cena, la mujer que me la trajo era una mujer hermosa. Era una campesina preciosa, me quedé asombrado ante ella me pregunte si estaba prometida o casada, pero intuí que no porque no llevaba ningún anillo. Le dije descaradamente lo que sentía y ella me espetó una bofetada en toda la cara. A la mañana siguiente al levantarme decidí ir a disculparme por haberla asustado con mi lenguaje,pero me dijeron que estaba en su casa. Después de llevar caminando una media hora avisté la casa que me habían dicho, sin duda era la suya. Peté en la puerta, me abrió aquella muchacha que me había mandado una bofetada, me dejó pasar, entonces me disculpé formalmente. Ella aceptó las disculpas y me invitó a ir a la posada con ella, ya que tenía que ir a trabajar. Cuando íbamos paseando hasta la posada, después de estar ablando un rato me besó. No hicieron falta palabras durante el resto del trayecto. Cuando llegamos a la posada increíblemente ya era de noche(debido a las paradas que habíamos hecho en el camino)y me invitó a tener una velada, en la cual descubrí que podría ser una mujer de campo pero para mí fue como la más bella princesa. Al día siguiente hablamos de mi dinero y todo el poder que yo tenía y las vacas que poseía ella.

2 comentarios:

mago merlín dijo...

Bien, Patricio. Me encanta el final: la mujer de campo es para el narrador la más bella princesa, pero, razonablemente, para tomarse la relación en serio hay que tratar del dinero y las vacas.
Saludos, Patricio.

mago merlín dijo...

Por cierto, también me gusta el título. Parece un titulo anti Marqués de Santillana. Aunque tu "serranaza" no es tan distinta de sus "serranillas".